sábado, 8 de junio de 2013

LO UNICO QUE QUEDA




Hace unos días la música Católica se vestía de luto por el fallecimiento de Gustavo;un joven cantante quien entrego toda su vida y su talento para que Cristo fuese conocido.  Algunas publicaciones en “Facebook”me permitieron dar con el perfil y la cuenta principal de este hermano que hoy se encuentra en la presencia de Dios. Como era de esperarse su “muro” estaba lleno de mensajes cargados de nostalgia, tristeza, de amistad,  de agradecimiento, de promesas y canciones que se quedaron sin cumplir y sin escribir.  Después de las muchas suplicas y oraciones de sus amigos y familiares Gustavo se había marchado de esta tierra, dejando en el aire un hasta pronto.

No ahí nada mas difícil para mi que entrar al perfil de alguna persona y saber que ya no esta.  Que su perfil ya no contaran con sus letras o publicaciones, que lo “hecho, hecho esta”  ni una letra, ni una coma le será borrada de estos espacios.  Luego de esto, un solo pensamiento llego a mi cabeza "Cuando uno se muere lo único que le queda es el Facebook" .


Mientras meditaba en ello iba observando y leyendo los mensajes en el muro de Gustavo algunos de ellos decían: “Era un hombre tan lleno de Dios” “Gracias por tus consejos, tu amor y tu entrega” “gracias por permitirme conocer  a Dios” “Gus ahora estas adorando al Dios al que tanto amaste y proclamaste” Fue inevitable no conmoverse ante tales palabras.  Alguna parte de mi sabia que Gustavo no solo dejaba su cuenta en “facebook”  si no que su vida, sus obras, su voz y sus canciones habían  trascendido la vida de cada una de las personas que allí le escribían.  Que no hacia falta que escribieran en el “muro”de su cuenta personal,  cuando Gustavo y la obra que Dios había hecho a través de su ministerio  se habían quedado en el muro de sus corazones para siempre.

Muchas preguntas me abarrotaron en una  especie de torbellino mental: ¿Cuando nuestra vida acabe que vamos a dejar? ¿Qué es lo único que nos queda? Pero una respuesta resonó en los profundo de mi corazón: Nada, solo Dios queda es el único que permanece por siempre y para siempre.

En realidad lo único que había hecho Gustavo era dejarse llenar y usar por Dios y eso era suficiente para que su vida hubiese valido la pena. No se llevo ni lujos, fama, poder o dinero, se llevaba consigo la satisfacción de a ver heredado a otros el tesoro más grande: Dios.  Hoy Gustavo esta descansando en los brazos del Señor que tanto le esperaba, sin embargo sus manos, su voz y su corazón se convirtieron en las manos y el corazón de Dios  que hoy se acerca a nuestra existencia  a preguntarnos y a preguntarte ¿En que estamos invirtiendo nuestra vida? Pregunta que logra quebrantarme cuando se que solo soy un manojo de polvo que llega y se va...Y que al final de mis días en la soledad de la muerte lo único que me queda es: CRISTO. 

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Gracias por inmortalizar sus letras en este lugar