Hoy no escribo de lo mucho
que se o creo saber, hoy solo quiero estar aquí a la sombra de lo que soy, de lo poco que me
ha enseñado la vida. Quiero estar cuerpo a cuerpo con mis errores, con lo
fallido de mi existencia, lejos de mis mascaras y mas cerca de mi propia
humanidad.
"Destruyeme Señor, y sobre mis ruinas levanta un monumento para tu gloria" (M. Laura)
martes, 24 de abril de 2012
jueves, 19 de abril de 2012
SI ME PREGUNTARAS
SI ME PREGUNTARAS
OSCAR JAVIER MANTILLA FUENTES
Hace mucho tiempo no escribo, pero esta me parece una buena ocasión para
recordar como se hace.
Podría decir, nombrar, dibujar, inventar y crear mil formas
de expresar lo que llevas dentro y formar una gran escena de emociones y
sentimientos, pero al final todo parece
mezclarse en el aire. Si me preguntas ¿Qué puedo decir? Diría que “nada” afuera los sentimientos son tan perecederos,
un “te quiero” resulta tan negociable y ligero; pero si por el contrario me preguntaras ¿Qué siento? Diría cosas tan
sencillas como: gracias, amistad, vida, destino, alegría, camino, sueños,
tiempo, compartir, solo que al final cada
una de estas palabras cobran un significado mas complejo, pero al mismo tiempo
adquieren el valor propio he invaluable de cada una de ellas en especial cuando
amas…
Que rápido se pasa el tiempo, nos alcanza antes de que
nosotros lo concibamos en nuestra existencia como principio y final de todas
las cosas que fuimos, somos y seremos. Hoy después de algunos años, puedo mirar
esta fotografía y pienso en muchas cosas pero también veo otras…Si me
preguntaras ¿Qué veo? Diría que es una
foto muy bella, cargada de ternura,
inocencia he innumerables recuerdos; si me preguntaras ¿Qué pienso? Diría que
veo a un hombre colmado de la profundidad y complejidad de sus propios pensamientos, diría que veo a un hombre lleno de versos, hermosos versos que tratan de
explicar y vislumbrar lo enmarañado de
si mismo y de aquello que lleva dentro. Si me preguntaras ¿Qué pienso? Diría
con seguridad que veo un hombre enamorado de Dios y de aquello que persigue, también
diría que veo a un hombre brillante, ingenuo, temeroso, tímido pero brillante.
Si me preguntaras ¿Qué pienso? Diría que veo a un a hombre cargado de libertad,
de la libertad que le proporciona amar, creer y vivir…Si me preguntaras, diría que veo a un hombre que es capas de alcanzar y
perseguir aquello que sueña, pero también de renunciar, si me preguntaras ¿Qué pienso?
Diría que veo un artista que ama profundamente la vida y aquellos que hacen
parte de ella… Si me preguntaras ¿Que pienso? Diría que eres un hombre que no
solo vive, si no que quiere transcender en la existencia y en la vida de otros…Si
me preguntaras ¿Qué pienso? Diría que al principio no reconocí la fotografía y entones
mire tus ojos y supe que aquel niño eras
tu…Si me preguntaras ¿Qué pienso? Diría que eres un hombre con alma de niño.
Si me preguntaras ¿Qué pienso? Nunca te diría “nada” por que
creo que ya lo sabrías todo. Ahora si me preguntaras ¿Qué siento? Te diría que…TE
QUIERO.
¡MI REGALO DE CUMPLEAÑOS!
PDT: ESPERO QUE EL DIA EN QUE ESCRIBA MI PRIMER LIBRO, COLOCARTE ENTRE LAS DEDICATORIAS.
domingo, 15 de abril de 2012
POCAS COSAS QUEDAN.
Pocas cosas
quedan desde aquella última vez, en que inocente me miraba al espejo de la infancia,
en que la mirada aun conservaba intacto el brillo, la lucidez y la claridad de
la vida. Después de algunos años, he vuelto
a mirar al espejo aquella sombra irreal de lo que he fabricado de misma y que se ha adherido silenciosamente a mi ser,
compactando todas mis formas de actuar y sentir. Acostumbro mirarme en el
espejo, creo que es el comentario mas sincero que puedo tener de misma en todas
mis dimensiones tanto físicas como psicológicas, es este en última instancia el
testigo de quien soy realmente. En especial en los días de lluvia, en el que el
alma y todo lo que llevamos en nuestro
interior se mueve súbitamente, en que los vientos son contrarios y la tormenta
nos arrastra de forma violenta y sorpresiva a las desconocidas orillas de
nosotros mismos…Para sobrevivir.
En estos últimos
años, e aprendo a sobrevivir a mis
mayores temores a detenerme frente al espejo y confrontar mis propios monstruos;
pero sobre todo a mirarme fijamente a los ojos y ver mis lagrimas de rabia,
dolor, alegría siendo estas el despojo
tranquilo de un tsunami mental, emocional y espiritual de todo mi ser. Creo
entonces, que cuando aprendes a sobrevivir algunas áreas de tu vida comienzan a
desarrollarse, brotan de cada parte del ser humano como frutos abundantes en
medio del desierto, como agua en arena, como lo extraordinario en medio de lo
ordinario.
Estamos tan
acostumbrados a levantarnos cada mañana y mirar al espejo solo el trozo simple
de nosotros mismos, tenemos tan poco tiempo para contender con la otra parte de
nuestro ser, con aquellos espacios de nuestra vida que permanecen ocultos,
tenemos tampoco tiempo para llorar, reír, para hablar con nosotros mismos, para
encarar nuestra propias luchas. Siempre preferimos desatender nuestra vida y
ocuparnos en la vida de otros, hemos preferido ignorarnos por que tenemos MIEDO
de tropezar con la parte incomoda de nuestra humanidad; pero siempre he creído que
en la lucha o te rindes antes tus propios temores o sigues hacia delante y das
la batalla, aunque el precio de esta sea tu propia vida. Confieso que muchas veces e preferido aceptar mi panico que
negarlo y comprender que hace parte de todo el cuadro de lo que soy; pero al
mismo tiempo también lo he asumido ¿Cómo?
Descubriendo que esta dentro de mi misma y no fuera y que si esta allí
puedo controlarlo, puedo ejercer toda mi fuerza no solo para que se rinda sino también
para que desaparezca y se mezcle con todo mi ser pero no en forma de miedo, sino en mi mayor
fortaleza.
Desde
entonces, pocas cosas quedan de aquella mujer temerosa; poco a poco el interior ha tomado una estructura diferente.
Aunque al mirarla al espejo en varias ocasiones la he desconocido aun reconozco
su forma, solo que su esencia se ahora es
diferente, ya poco queda de aquella niña. Hoy al mirarme en el espejo
veo una mujer radical, que es capas de hacer elecciones, de gobernar sus sentimientos
y emociones, que reconoce sus fortalezas y debilidades.
Hace unos días
me hicieron una invitación y creo que
este ha sido el motivo de esta entrada. Me invitaron a realizar Bongiee Jumping para los que no lo
conocen es una actividad que consiste en hacer un salto al vacío
desde una considerable altura. Al estar allí
frente al vacío supe que ya no era la misma, que algunos miedos habían
desaparecido, me sorprendía mi tranquilidad y mi serenidad y entonces mire mi reflejo frente aquel
abismo y supe que pocas cosas quedaban alli de mi ser, mire la ciudad que brillaba con sus luces y la noche estrellada y luego decidí lanzarme.
sábado, 7 de abril de 2012
Una noche con el resucitado
Nunca había
tenido una semana santa tan diferente como esta, después de varios años llegas
acostumbrarte al ritmo de una parroquia que se mueve con gran entusiasmo y devoción
alrededor de estos días. La congregación llena de cientos de fieles, el trabajo
con jóvenes, el lavatorio de pies, las visitas, la vigilia, simplemente el
hecho de estar ahí mas que colaborando, es sentirte cerca de cada encuentro, de
todos lo momentos, es sentir que estas ahí en medio de la multitud viviendo junto con ellos la pasión, muerte y resurrección.
Que momento mas glorioso el que viví hace un año en aquella vigilia pascual aun tengo la imagen en mi cabeza y todavía me mueve el corazón, el frío de una noche serena cargada de trabajo, pero también de la satisfacción de a ver acompañado a los fieles en el encuentro con Jesucristo que esa noche habría de resucitar frente a toda la iglesia . entre la experiencia de esa noche hay algo que resulta imposible borrar de mi cabeza y es la imagen de todas las personas reunidas en torno a la plaza principal con su cirio encendido que formaba una sola luz que brillaba radiante como símbolo de aquel fuego ardiente del amor de Dios; sentir a Jesucristo vivo esa noche inmerso entre nosotros siervos, discípulos, amigos y ahora testigos de su infinito amor y promesa de resurrección…nunca me había sentido tan conmovida y al mismo tiempo tan comprometida a dar la vida entera por quien estaba entre nosotros, aun recuerdo legible mente el coro de aquel pregón pascual: “ESTA ES LA NOCHE EN QUE CRISTO HA VENCIDO A LA MUERTE Y DEL INFIERNO RETORNA VICTORIOSO”
Que momento mas glorioso el que viví hace un año en aquella vigilia pascual aun tengo la imagen en mi cabeza y todavía me mueve el corazón, el frío de una noche serena cargada de trabajo, pero también de la satisfacción de a ver acompañado a los fieles en el encuentro con Jesucristo que esa noche habría de resucitar frente a toda la iglesia . entre la experiencia de esa noche hay algo que resulta imposible borrar de mi cabeza y es la imagen de todas las personas reunidas en torno a la plaza principal con su cirio encendido que formaba una sola luz que brillaba radiante como símbolo de aquel fuego ardiente del amor de Dios; sentir a Jesucristo vivo esa noche inmerso entre nosotros siervos, discípulos, amigos y ahora testigos de su infinito amor y promesa de resurrección…nunca me había sentido tan conmovida y al mismo tiempo tan comprometida a dar la vida entera por quien estaba entre nosotros, aun recuerdo legible mente el coro de aquel pregón pascual: “ESTA ES LA NOCHE EN QUE CRISTO HA VENCIDO A LA MUERTE Y DEL INFIERNO RETORNA VICTORIOSO”
Aquella
noche fue memorable en mi corazón, era como si el mismo Dios que se le presento
a Moisés en una zarza ardiente se hubiera valido de toda esa luz para revelarse
a mi vida, para ver cuanto poder tiene y cuan débil soy ante su presencia, esa noche
Jesucristo revelo toda su gloria y me demostró cuan vivo estaba en cada uno de
nuestros corazones.
Hoy después
de un año, han pasado muchas cosas desde aquel encuentro entre ellas el caminar
por duros desiertos, el reafirmar el carácter de Cristo en mi vida, el
disciplinar mi sentimientos, el menguar mi orgullo y pulirlo con la humildad de
Cristo, el sonreír en medio de la dificultad, el dar amor sin condición alguna,
el aceptar la soberanía de Dios sobre mi vida, el sujetarme y obedecer a su
voluntad, el levarme en medio la derrota, el ser consuelo en la aflicción, el
aceptar el llamado que el mismo me ha hecho, el no renunciar, el caminar sin detenerme,
el ser una mujer de autoridad, fe, oración y firmeza…Todo esto ha pasado desde
aquella noche y aunque el camino ha sido difícil y me ha costado las lagrimas
mas profundas de mi humanidad, dolor que
siempre lo he asemejado como si una espada te traspasara
el corazón en cada paso que das con el
fin de seguirlo. Entonces, Llegas a darte cuenta que has muerto a una parte de
ti, que has estado en aquella cruz muriendo a tu propia humanidad para
resucitar junto con Cristo…este es finalmente el verdadero significado de la
semana santa, es el quien nos acompaña en nuestro propio viacrucis ayudándonos
a cargar nuestra cruz, es el mismo Jesús quien nos enseña a llegar al calvario
y a ponerle el hombro a la cruz a nuestra humanidad.
"Porque quien quiera salvar su vida, la perderá;
pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al
hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina? Porque
quien se avergüence de mí y de mis palabras, de ése se avergonzará el Hijo del
hombre cuando venga en su gloria, en la de su Padre y en la de los santos ángeles."Lucas
9-24,26
Esta semana
Santa, no tuve el privilegio de estar en la parroquia. Confieso con nostalgia
que extrañe el estar allí, pero aunque no lo hice Dios me regalo la oportunidad
de vivirlo en mi corazón como aquel Dios silencioso que trabaja en todo lugar, en la
soledad de mi propia cruz, en la mirada tranquila de su sufrimiento, en la
intimidada de su dolor. Se que al igual que las otras semanas santas esta no
pasara desapercibida cada una de ellas a dejado y a comenzado un
nuevo ciclo en mi vida, cambios en los que Dios ha madurado mi fe y al mismo
tiempo me a transformado enseñándome abrazar mi
cruz... cruz en la que juntos vamos al calvario no solo a morir, sino a ser testigos de todo el poder que tiene al a ver vencido a la muerte.
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