UN VACIÓ LLAMADO DIOS

Dicen por ahí que para encontrarnos primero tenemos que perdernos. Aunque a decir verdad, hubiese preferido que fuera de otra forma, ya que el sentirnos perdidos trae consigo desesperación, frustración, confusión, perder el sentido del camino muchas veces es la ocasión perfecta para caminar en círculos o para terminar donde nunca hubiésemos imaginado llegar.

Pienso entonces, que el camino del hombre es una trayecto, lleno de búsquedas y de preguntas solo que es más frecuente para nosotros buscar a fuera lo que siempre está nuestro interior. De ahí, que no desmerito el valor de preguntarse, es totalmente valido y a mi parecer la forma correcta de desenmarañarse uno mismo frente aquello que se quiere y se busca...

Buscar parece una palabra tan ilimitada para la mente humana, pero en realidad todo tiene un límite hasta nuestras propias búsquedas. Creo entonces que uno de los motivos del hombre para emprender el largo peregrinaje dentro de sí mismo, es movido por las mismas preguntas que hacen vibrar a la humanidad ¿Cuál es mi lugar? ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Para qué estoy aquí? Muchos de nosotros para responderlas tomamos diferentes vías entre ellas las que el mundo y la sociedad consideran pueden garantizarle a cada hombre y mujer su propia realización personal. Pero saben una cosa, en este punto y con la poca o mucha experiencia que me ha dado la vida, a pesar de tener lo que cualquier ser humano podría anhelar nunca es suficiente…Cada centímetro de aparente éxito, gloria, fama o reconocimiento parece ser consumido por un enorme agujero negro que pide a gritos algo mas…

Hace unos cuantos días tuve la oportunidad de hablar con una mamita, que me narraba la historia de su hija quien había sido una exitosa modelo y que hacía ya cuatro meses había fallecido a causa del mal que atormenta a muchas jóvenes: La anorexia. Dentro de su relato, me contaba que ella antes de morir había dejado una carta y un vídeo donde plasmaba con palabras conmovedoras que nada valía la pena ni el lujo ni la belleza, que nada podía llenar el vacío de su corazón.

Fue lamentable tener que escuchar la historia de esta joven que solo contaba con 23 años y que entre una búsqueda y otra entre la belleza y el lujo siempre se sintió vacía.  Y no es un caso aislado ya que muchos de nosotros ya no sea el modelaje o el glamour buscamos responder de cualquier otra forma al inmenso vacío de nuestro ser.  Alguna vez un joven me decía: Tengo todo lo que un joven puede tener trabajo, estudio, un lujoso apartamento, una hermosa novia, una linda familia pero…Me siento vació.

Incompletos he inconformes, así somos todos los seres humanos. Mi respuesta para esta joven fue “Para un gran vacío, una gran Dios”. Es evidente que hombres y mujeres van por la vida sin rumbo fijo, la humanidad parece naufragar en si misma arribando a uno y otro puerto llenos de soledad y tristeza. Por que cuando ya parecen alcanzarlo todo, aun sienten que les falta algo y me atrevo a decir con seguridad que ese algo se llama…Dios

Nos hemos encargado tanto de ausentarlo de nuestra sociedad, de nuestras vidas y un nos preguntamos ¿Dónde está Dios? ¿Por qué nos ha abandonado? Y la sorpresa para muchos es que El jamás ido, hemos sido nosotros quien lo hemos olvidado ocultándolo entre caretas de orgullo y frialdad. El hombre ha sido Creado por Dios, de El nacido y al El volverá estamos ligados a El toda nuestra naturaleza fue hecha a su imagen y semejanza y a diferencia de los animales que solo viven y mueren sin acaso percibir la vida el hombre no solo está  llamado a vivir si no a transcender en un ser espiritual. Es decir que no puede ser lleno por cosas superficiales o terrenales, este ser espiritual no se ve y se alimenta de aquello que no vemos pero si sentimos, el ser espiritual es inmortal al igual que nuestro creador.

Inmortalidad ¿Este no es acaso el deseo de todo hombre? Que jactándose de sus propias méritos quiere ser reconocido ante el mundo. Que podres podemos llegar hacer cuando al estar ante Dios él ni siquiera nos conozca. El llamado de Dios es igual para todos, Dios es un Dios sencillo que se muestra a todos los seres humanos, es un Dios que hace eco en nuestro gran vacío existencia no solo para recordarnos que vale la pena, si no para mostrarnos a cada uno para que estamos aquí, cual es nuestra labor en este gran viaje llamado humanidad y por si fuera poco promete regalarnos el agua de vida y la corona eterna. Lo importante aquí no es a quien llama o a quien no porque todos hemos sido llamados la diferencia radica en nuestra respuesta ¿Si? ¿No? Esta no es una invitación para que te conviertas en religiosa o sacerdote, si así llegara hacer sería maravilloso, pero el pueblo de Dios es muy grande y necesitamos jóvenes, hombres y mujeres que respondan con entusiasmo y coraje al llamado de Dios y su voluntad.

Para finalizar, puedo decir con certeza que estos 8 años de trasegar con el Señor nada, ni nadie ha podido llenar de tal forma mi vida y mi ser  que solo anhele vivir, sentir, reír, amar, soñar para quien me inunda, para quien siendo ilimitado me permite hacer partícipe de Él con mis limitaciones y aun así me siento infinitamente amada he invitada a responder a tal amar…Después de que le conoces es imposible volver atrás, por que en ninguna lugar podrá descansar el alma humano que no sea en su amor.

<CORAZÓN ESTA INQUIETO, HASTA QUE NO DESCANSE EN TI>> SAN AGUSTÍN.