viernes, 31 de agosto de 2012

PERDIDA



Sentirse encontrada, es perderse primero.  Muchas veces me he sentido completamente perdida ya sea en mis pensamientos, fuerzas, planes, sueños o caminos que al final no llevan a ninguna parte mas que alimentar mi propio ego y mi propia humanidad que se gloria de lo que no tiene, que se  infla de  orgullo y necedad.  Pensaba entonces en ti Jesús,  en la manera que has salido a mi encuentro aunque a decir verdad muchas veces no te reconozca, en especial en mis acciones que aunque te buscan y desean con profundo amor,  a veces se pierden. Lo que resulta totalmente Paulino: “Hago el mal que no quiero y dejo de hacer el bien que quiero”  Entonces me desconozco,  extraño tu estar en mi, la manera en que tu ternura se posa en mi solo para recordarme que es lo correcto, que es a tus ojos lo mejor…..¡No ahí nada mas importante que agradarte! Sin embargo me pierdo, con tal ligereza y rapidez que ni la percibo…
Quizás me he acostumbrado a tenerte  cerca, pero no por mis meritos si no por tu misericordia que se hace sentir donde abunda el pecado, mi pecado. Es así,  que mientras me alejo tu imagen que es luz, se hace menos clara ante mi corazón que luego desespera por la soledad y el vacío que se experimenta en tu ausencia….Que es plenitud, que todo lo llena, todo lo sacia, todo lo calma. Nada vale la pena, sino estas Tú, si no eres el motor y el centro de todo lo que hago ¡No quiero perderme de ti! ¡No quiero saberme lejos de ti por un instante! Reconozco mi condición pecadora, pero rasguño tu amor, tengo sed de tu presencia ¡Mi alma la necesita!

Como la cierva sedienta en busca de un río, así, Dios mío, te busco a ti
Salmo 42








Sin embargo,  es en el pederme donde encuentro lo que no quiero, lo que mi alma ya no desea y hastía por completo, es allí donde todo lo que has hecho de mi repele lo que ya no soy y por ello me desconozco. De esta manera, el perderme me ayuda a encontrarte de nuevo a seguir aquello que se parece mas a lo que ansío con locura. Mi naturaleza es el pecado, pero ya no vivo en el pecado, aun cuando hago todo lo contrario…Se con certeza, que estas ahí en alguna parte del camino a la espera de un corazón  rendido que sabe que sin ti ¡todo es basura! Que se sabe necesitado de ti. Entonces pienso, que en este ir y venir de nuestro ser hacia ti podemos reafirmar nuestro carácter entre aquello que queremos y que somos….al reconocerte y al reconocernos como seres pecadores y faltos de ti, en nuestra necesidad esta tu abundancia, en la debilidad esta tu fortaleza, en la tristeza esta tu gozo,  en la soledad tu compañía y en el perdernos tu encuentro.
Señor tu conoces mi corazón, ayúdame a perderme pero en la eternidad de tu amor, ayúdame a saberme consumida en ti por completo, ayúdame a encontrar el camino de nuevo a ti cuando me aparte a causa de mi pecado. Señor que mi corazón te reconozca y te busque, que no se acabe el deseo de amarte,  de encontrarte aun cuando al perderme no te sienta. Se que estas ahí, se que lo sabes todo….¡Sabes que te amo!

CUANDO UN HOMBRE DESCUBRE SUS FALTAS DIOS LAS CUBRE. CUANDO UN HOMBRE LAS ESCONDE DIOS LAS DESCUBRE, CUANDO LAS RECONOCE DIOS LAS OVIDA.
SAN AGUSTIN




1 comentario:

  1. Al igual que San Pedro, decimos: "Señor, tu lo sabes todo, tú sabes que te amo"
    Un saludo afectuoso

    ResponderEliminar

Gracias por inmortalizar sus letras en este lugar