lunes, 9 de julio de 2012

Sobrevivire

 
Es difícil tratar de describir aquello que el corazón siente, sin embargo en la profundidad de si mismo logra sacar a flote el  eco de aquello que lo atormenta, pero que al mismo tiempo lo llena de una infinita calma.

Esto es lo misterioso de mi mar, que logra transformar  una susurrante y suave brisa, en el diluvio mas arrasador, el la soledad mas escalofriante, en el grito desgarrador que parece no hacer daño, pero que al final de la noche oscura trae  como vuelo o en forma de caricia aquel amor que todo lo empapa y  tranquiliza

¿Cómo el dolor puede causar tanto bien? ¿Como es este? para atraparme entre sus redes y  al mismo tiempo regalarme tanta libertad, aquella que se proporciona a la criaturas después de a verla amado en el silencio, en la espina, en la ternura, en la dulzura del alma, que después de tanto tiempo solo puede resignarse a partir en calma…

El mar, no solo consume y enreda también arroja, en ocasiones los sentimientos y las historias que no pueden permanecer navegando sin rumbo entre sus aguas, por que la asfixia de tanto sentir, de tanto amar, de tanto esperar, de tanto perderse…solo que ahora quiere ser encontrada.

Es difícil, mirarse a lo lejos y tratar de contemplar tanta belleza que solo se adhiere al alma que es  bañada por la transparencia de quien lo inunda. Es sentirse viva, es quizás lo mas parecido a despegar y surcar el cielo…solo para saber como se ve todo desde allí arriba.
 

El corazón se disciplina, solo que a veces desespera, el río manso de mis ojos si acaso o por días parecen fuentes de agua cristalina, pero entre ellos logro detectar con la finura y la delicadeza que el dolor proporciona lo viva que se siente el alma…

Después de algunos años, hoy puedo decir que este ha sido uno de los procesos más difíciles en mi vida. En que la metamorfosis divina ha hecho su efecto con todo su poder y con toda la fuerza que le es posible…el amor

El corazón espera paciente, sabe con seguridad que pronto se recuperara; solo que ahora esta anestesiado, prefiere no abrir los ojos en su lugar solo esta dispuesto a escuchar y a ser escuchado.

Sobreviviré, estas fueron las únicas palabras que llegaban a mi mente a noche…mientras mi vida parecía volcarse por completo entre la sinceridad de mis plegarias y el sufrimiento del corazón que decía: ¡No más!

Entonces con un amor inagotable más divino que humano, supe que El me amaba y que cada lágrima de mis ojos solo reafirmaba con más fuerza lo que el corazón siente…cerré mis ojos y lo último que mi boca logro pronunciar entre el llanto y la alegría fue: ¡JESUS YO CONFIO EN TI!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por inmortalizar sus letras en este lugar