sábado, 28 de julio de 2012

MI FORMA DE AMARTE

 
¿Hace cuanto tiempo me enamore? Creo que aun mantengo el recuerdo intacto, por ello de que algunos amores son difíciles de olvidar. Escribir del amor es limitarlo, es hacerlo palabra y las palabras a veces se agotan en el silencio que habla en la mirada, en la caricia, en el gesto dulce, en la sonrisa, en el llanto, en la ausencia, en la rabia, en el dolor. Quizás mis silencios, siempre son un buen augurio de que se ama,  no en lo externo y lo simple, no como aquella chispa que contagia y que luego se desvanece. Más bien es en lo profundo, en lo misterioso de sentirte sin tocarte y de verte sin mirarte; sin  pronunciar  si quiera un “te quiero” un “te amo”  te sabes amado por completo. Con mis errores y mis faltas, con la ganas de odiarte, de acostumbrarme a tus errores y de a ser habito el amarte, de guardar silencio solo por que las palabras duelen y tienen por vicio dañar el alma de quien se ama.

Durante mi vida me he enamorado tres veces. Enamorarse en un sentimiento tan corto, que el reto no es conquistarlo sino mantenerlo vivo,  sin contaminación alguna lejos del orgullo, la soberbia, el egoísmo, inclusive lejos de la parte mas oscura de mi humanidad, que se olvida en muchas ocasiones el hacerte saber  que “te amo”  solo por que el odio se enmascara entre mis labios, solo por que no puedo controlarlos, solo por que digo lo que pienso y menos lo que siento…solo por ello prefiero guardar silencio, para amarte mejor, para amarte  no con el decir sino con el ser. Con la entrega constante de mis afectos, no el la promesa sino en el hecho de amarte. De esta forma en que la figura del odio de ve atravesada por el filo del amor, que espina con todo el poder que tiene, que atraviesa el alma, que purifica el sentirte, el abrazarte, el amarte como el dulce olor del sándalo que auque es cortado, su  aroma todo lo tranquiliza.

Enamorarme ¿estoy enamorada?- si, de ti. Siempre lo he estado, solo que me cuesta pronunciarlo, solo que el peso del amor  en las palabras es como hojas que se lleva el viento, prefiero guardarlas en mi corazón, solo para que allí sean primavera, solo para que allí sean eternas.


De las tres veces que me he enamorado, la última logro quedarse para siempre, logro otorgarle palabras a mis silencios que a veces son agudos y fríos, logro hablar por ellos y ser cómplice de los mismos  aun cuando no se tenga nada más que decir, logro traspasar  la intimidad de mis palabras, logro ser verbo. Aun cuando yo solo quisiera abrazarlo y fundirme en él por completo, sin preguntas ni respuestas, sin más ni menos de lo que tengo o soy…solo ser.

¿Te amo? Aprendí como se hace, pero me enseñaste como hacerlo….Un silencio se apodero de aquel momento, como aquella primera vez que lo vi. Después de algunos minutos logre divisarlo con mis ojos allí estaba de nuevo, buscándome con su mirada y allí estaba yo casi pasmada por amarlo, por tenerlo, por esperarlo, por estar aquí conmigo.

Su abrazo se enredo en las fibras mas profundas del corazón, que no sabían de que manera desatarlo…ahora estaba aquí conmigo ¿me amas?- pregunto él

-Sonreí, no se de que otra forma hacerlo.

-Ya lo sabia, dijo él,  en medio de  un  silencio que solo él y yo conocíamos.

lunes, 9 de julio de 2012

Sobrevivire

 
Es difícil tratar de describir aquello que el corazón siente, sin embargo en la profundidad de si mismo logra sacar a flote el  eco de aquello que lo atormenta, pero que al mismo tiempo lo llena de una infinita calma.

Esto es lo misterioso de mi mar, que logra transformar  una susurrante y suave brisa, en el diluvio mas arrasador, el la soledad mas escalofriante, en el grito desgarrador que parece no hacer daño, pero que al final de la noche oscura trae  como vuelo o en forma de caricia aquel amor que todo lo empapa y  tranquiliza

¿Cómo el dolor puede causar tanto bien? ¿Como es este? para atraparme entre sus redes y  al mismo tiempo regalarme tanta libertad, aquella que se proporciona a la criaturas después de a verla amado en el silencio, en la espina, en la ternura, en la dulzura del alma, que después de tanto tiempo solo puede resignarse a partir en calma…

El mar, no solo consume y enreda también arroja, en ocasiones los sentimientos y las historias que no pueden permanecer navegando sin rumbo entre sus aguas, por que la asfixia de tanto sentir, de tanto amar, de tanto esperar, de tanto perderse…solo que ahora quiere ser encontrada.

Es difícil, mirarse a lo lejos y tratar de contemplar tanta belleza que solo se adhiere al alma que es  bañada por la transparencia de quien lo inunda. Es sentirse viva, es quizás lo mas parecido a despegar y surcar el cielo…solo para saber como se ve todo desde allí arriba.
 

El corazón se disciplina, solo que a veces desespera, el río manso de mis ojos si acaso o por días parecen fuentes de agua cristalina, pero entre ellos logro detectar con la finura y la delicadeza que el dolor proporciona lo viva que se siente el alma…

Después de algunos años, hoy puedo decir que este ha sido uno de los procesos más difíciles en mi vida. En que la metamorfosis divina ha hecho su efecto con todo su poder y con toda la fuerza que le es posible…el amor

El corazón espera paciente, sabe con seguridad que pronto se recuperara; solo que ahora esta anestesiado, prefiere no abrir los ojos en su lugar solo esta dispuesto a escuchar y a ser escuchado.

Sobreviviré, estas fueron las únicas palabras que llegaban a mi mente a noche…mientras mi vida parecía volcarse por completo entre la sinceridad de mis plegarias y el sufrimiento del corazón que decía: ¡No más!

Entonces con un amor inagotable más divino que humano, supe que El me amaba y que cada lágrima de mis ojos solo reafirmaba con más fuerza lo que el corazón siente…cerré mis ojos y lo último que mi boca logro pronunciar entre el llanto y la alegría fue: ¡JESUS YO CONFIO EN TI!