Sentirse
encontrada, es perderse primero. Muchas
veces me he sentido completamente perdida ya sea en mis pensamientos, fuerzas,
planes, sueños o caminos que al final no llevan a ninguna parte mas que
alimentar mi propio ego y mi propia humanidad que se gloria de lo que no tiene,
que se infla de orgullo y necedad. Pensaba entonces en ti Jesús, en la manera que has salido a mi encuentro
aunque a decir verdad muchas veces no te reconozca, en especial en mis acciones
que aunque te buscan y desean con profundo amor, a veces se pierden. Lo que resulta totalmente
Paulino: “Hago el mal que no quiero y dejo de hacer el bien que quiero” Entonces me desconozco, extraño tu estar en mi, la manera en que tu
ternura se posa en mi solo para recordarme que es lo correcto, que es a tus
ojos lo mejor…..¡No ahí nada mas importante que agradarte! Sin embargo me
pierdo, con tal ligereza y rapidez que ni la percibo…
Quizás me
he acostumbrado a tenerte cerca, pero no
por mis meritos si no por tu misericordia que se hace sentir donde abunda el
pecado, mi pecado. Es así, que mientras
me alejo tu imagen que es luz, se hace menos clara ante mi corazón que luego
desespera por la soledad y el vacío que se experimenta en tu ausencia….Que es
plenitud, que todo lo llena, todo lo sacia, todo lo calma. Nada vale la pena,
sino estas Tú, si no eres el motor y el centro de todo lo que hago ¡No quiero
perderme de ti! ¡No quiero saberme lejos de ti por un instante! Reconozco mi condición
pecadora, pero rasguño tu amor, tengo sed de tu presencia ¡Mi alma la necesita!
Como
la cierva sedienta
en busca de
un río, así, Dios mío, te busco a ti
Salmo
42
Sin
embargo, es en el pederme donde
encuentro lo que no quiero, lo que mi alma ya no desea y hastía por completo,
es allí donde todo lo que has hecho de mi repele lo que ya no soy y por ello me
desconozco. De esta manera, el perderme me ayuda a encontrarte de nuevo a
seguir aquello que se parece mas a lo que ansío con locura. Mi naturaleza es el
pecado, pero ya no vivo en el pecado, aun cuando hago todo lo contrario…Se con
certeza, que estas ahí en alguna parte del camino a la espera de un corazón rendido que sabe que sin ti ¡todo es basura! Que
se sabe necesitado de ti. Entonces pienso, que en este ir y venir de nuestro
ser hacia ti podemos reafirmar nuestro carácter entre aquello que queremos y
que somos….al reconocerte y al reconocernos como seres pecadores y faltos de
ti, en nuestra necesidad esta tu abundancia, en la debilidad esta tu fortaleza,
en la tristeza esta tu gozo, en la
soledad tu compañía y en el perdernos tu encuentro.
Señor tu
conoces mi corazón, ayúdame a perderme pero en la eternidad de tu amor, ayúdame
a saberme consumida en ti por completo, ayúdame a encontrar el camino de nuevo
a ti cuando me aparte a causa de mi pecado. Señor que mi corazón te reconozca y
te busque, que no se acabe el deseo de amarte,
de encontrarte aun cuando al perderme no te sienta. Se que estas ahí, se
que lo sabes todo….¡Sabes que te amo!
CUANDO
UN HOMBRE DESCUBRE SUS FALTAS DIOS LAS CUBRE. CUANDO UN HOMBRE LAS ESCONDE DIOS
LAS DESCUBRE, CUANDO LAS RECONOCE DIOS LAS OVIDA.
SAN
AGUSTIN
Al igual que San Pedro, decimos: "Señor, tu lo sabes todo, tú sabes que te amo"
ResponderEliminarUn saludo afectuoso