Es difícil
tratar de describir aquello que el corazón siente, sin embargo en la
profundidad de si mismo logra sacar a flote el
eco de aquello que lo atormenta, pero que al mismo tiempo lo llena de
una infinita calma.
Esto es lo
misterioso de mi mar, que logra transformar
una susurrante y suave brisa, en el diluvio mas arrasador, el la soledad
mas escalofriante, en el grito desgarrador que parece no hacer daño, pero que
al final de la noche oscura trae como
vuelo o en forma de caricia aquel amor que todo lo empapa y tranquiliza
¿Cómo el
dolor puede causar tanto bien? ¿Como es este? para atraparme entre sus redes
y al mismo tiempo regalarme tanta
libertad, aquella que se proporciona a la criaturas después de a verla amado en
el silencio, en la espina, en la ternura, en la dulzura del alma, que después
de tanto tiempo solo puede resignarse a partir en calma…
El mar, no
solo consume y enreda también arroja, en ocasiones los sentimientos y las
historias que no pueden permanecer navegando sin rumbo entre sus aguas, por que
la asfixia de tanto sentir, de tanto amar, de tanto esperar, de tanto
perderse…solo que ahora quiere ser encontrada.
Es difícil,
mirarse a lo lejos y tratar de contemplar tanta belleza que solo se adhiere al
alma que es bañada por la transparencia
de quien lo inunda. Es sentirse viva, es quizás lo mas parecido a despegar y
surcar el cielo…solo para saber como se ve todo desde allí arriba.
El corazón
se disciplina, solo que a veces desespera, el río manso de mis ojos si acaso o
por días parecen fuentes de agua cristalina, pero entre ellos logro detectar
con la finura y la delicadeza que el dolor proporciona lo viva que se siente el
alma…
Después de
algunos años, hoy puedo decir que este ha sido uno de los procesos más
difíciles en mi vida. En que la metamorfosis divina ha hecho su efecto con todo
su poder y con toda la fuerza que le es posible…el amor
El corazón
espera paciente, sabe con seguridad que pronto se recuperara; solo que ahora
esta anestesiado, prefiere no abrir los ojos en su lugar solo esta dispuesto a
escuchar y a ser escuchado.
Sobreviviré,
estas fueron las únicas palabras que llegaban a mi mente a noche…mientras mi
vida parecía volcarse por completo entre la sinceridad de mis plegarias y el
sufrimiento del corazón que decía: ¡No más!
Entonces
con un amor inagotable más divino que humano, supe que El me amaba y que cada
lágrima de mis ojos solo reafirmaba con más fuerza lo que el corazón
siente…cerré mis ojos y lo último que mi boca logro pronunciar entre el llanto
y la alegría fue: ¡JESUS YO CONFIO EN TI!
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Gracias por inmortalizar sus letras en este lugar