Después de todo, es
agradable estar aquí de nuevo, después de todo la vida logra retornar con
tranquilidad sus respuestas, después de todo, no fue tan fácil esperarlas. Después
de todo el corazón se inquieta pero aprende a calmarse, después de todo,
prefieres creer antes que hacer preguntas, después de todo, nada fue tan tonto
ni tan traumático, solo hacia falta confianza, después de todo, fue difícil levantase
pero al final siempre valió la pena, después
de todo el camino toma forma, después de todo la terquedad nunca sirvió para
nada, solo para equivocarse, después de todo, el miedo solo es un fantasma, después
de todo los fantasmas no existen, después de todo las dudas matan, pero después
de todo la fe revive, después de todo el cielo es oscuro, después de todo nunca
es para siempre.
Después de todo, el corazón
se quebranta, después de todo siempre encuentra la forma de reconstruirse, después
de todo te sientes sola, después de todo siempre existió un amigo, después de
todo, las palabras son ausentes, después de todo nunca se marcharon para
siempre, después de todo, las despedidas duelen, después de todo siempre habrá
un regreso, después de todo, las circunstancias fueron adversas, después de
todo solo hacia falta valentía, después de todo lloraste, después de todo
siempre existió una sonrisa, después de todo nada valió la pena, después de
todo un milagro te salvo la vida, después de todo continuar trae consigo
espinas, después de todo siempre serán bellas las rosas, después de todo, solo después
de todo, te encuentras contigo misma, después de todo nunca fuiste transparente,
después de todo las lagrimas `desgarraron, después de todo siempre purificaron,
después de todo, ya no soy la misma, después de todo, Dios lo a hecho todo, después
de todo, te sientes perdida, pero después de todo la vida te muestra el camino.
Que
complejo resulta crear tu propio personaje, que difícil es sostenerse
brillante, lucida y despampanante. Cuantos miedos se cruzan entre las luces y
las tablas del corazón, cuanta soledad se percibe al cerrar las cortinas y
encontrarte de narices con la parte mas autentica de nuestra gran obra maestra…la
vida.
Quien
nos ha otorgado a cada uno un espacio en su gran he infinito escenario, cargado
de la multiplicidad y variedad de sus luces, personajes, libretos, historias, escenografias
que logran cautivar hasta el mas indiferente de los espectadores. Hasta las
almas más aburridas y parcas logran conseguir un personaje; los mas locos hacen
de aquel espacio un lugar extraordinario lleno de la rareza de sus propios
colores y movimientos, otros por el
contrario son como fuego que se propaga y enciende el escenario con su
explosividad, mientras que otros prefieren caminar tranquilos y serenos como si
la obra pasara desapercibida. Que extraña es esta obra, que impredecible, que
entre el apagar y encender las luces del escenario algunos nos dejan su “adiós”,
pero otros nos sorprende entre sus líneas con un “hola”…Los mas atrevidos y
osados se dejan descolgar majestuosamente por la telas del amor, otros en su
lugar prefieren no hacerlo jamás, dicen que al dejarse caer duele y mucho….Sin embargo es el acto mas hermoso de
todos.
Algunos
de ellos suelen olvidar sus libretos, así que prefieren improvisar y andan
desparramados y perdidos preguntándoles
a todos lo que deben hacer o decir. Otros prefieren no actuar solos y entre la multitud
logran encontrar un alma que vibre con la misma intensidad. La esperanza suele
dar luz, en especial para los que en el firmamento del escenario se detienen a
soñar, con la obra de sus utopías, con la vida de sus utopías. En el trascurso
algunos personajes prefieren reír, llorar, bailar, crear, amar y otros solo
eligen vivir; olvidando el miedo y lo escalofriante del escenario deciden
lanzarse a la locura y la espontaneidad y como en todo montaje algunos comenten
errores o caen al suelo…pero la obra jamás se detiene, así que cada tropiezo
hace parte de la belleza de la presentación.
Y
allí en un espacio casi imperceptible para los espectadores y actores comunes, se encuentran aquellos que brillan con la luminosidad
de sus presentaciones, con la sinceridad de sus libretos, aquellos que no se
conforman con ser personajes, sino que desean ser protagonistas. Los mismos que
saben que su personaje trae consigo las lagrimas del cansancio, la fatiga, la
soledad, aquellos que entre las caídas y los intentos fallidos deciden
continuar y dar lo mejor de si. Hablo de aquellos que mientras otros se rinden,
ellos deciden entregar un gramo más de lo posible para hacer lo imposible. Y
aunque no comprenden ni comprenderán nunca lo misterioso de la obra eligen
confiar en el creador de la misma y en muchas ocasiones optan por olvidar y
renunciar a sus propios personajes para realizar lo que el director desea. Confinado
y teniendo plena certeza de que al final la obra será bella, aunque en
ocasiones cueste pronunciar el libreto.
Hoy
después de algunos años, la vida ha hecho de mí un personaje interesante, uno
que cree y sueña, pero que también se revela y piensa frente aquello que le
parece injusto. La vida me ha enseñado a sonreír en la dificultad, a respirar
profundo en el cansancio, a levantarme de mi cama cuando no quisiera saber nada
del mundo, me regalo el privilegio de crear un mundo de magia y alegría entre
los corazones que se olvidaron de ser niños. Me enseño a elegir, amar y pensar,
le vida me regalo un espíritu grande en un cuerpo pequeño….La vida me enseño lo
que es verdaderamente importante, que los aplausos solo llenan a personas que están
vacías, que la vida puede ser tan efímera y pasajera, que ahí que dejar de
preocuparse tanto y vivir mas…la vida me enseño que amar duele, pero que vale
la pena hacerlo cuando descubres que este es el verdadero sentido de la existencia…la
vida me enseño que aunque no entienda nada de ella... la función debe continuar.
Hace
unos días, mientras navegaba por las aguas de este mundo bloggero, encontré
estas palabras: “Señor tu lo sabes todo,
sabes que te amo” palabras cargadas de una infinita transparencia pero al
mismo tiempo de tanta humanidad. Esta expresión no solo logro resumirlas preguntas mas inquietantes y profundas de
mi ser, sino que también fue la respuesta mas natural y terrenal de quien
quiere entregarlo todo, pero es incapaz de hacerlo; de quien pretende conocerlo
todo y al final no saber nada. Esta fue la respuesta de Pedro, ante las
insistentes preguntas de Jesús¿Quién
podría conocer mejor el corazón de Pedro? Si no el mismo hijo de Dios ¿Por qué
preguntar?¿Para que lo hace? ¿Acaso
dudade mi fidelidad y amor? Es muy
probable que esto hiciera eco en Pedro mientras respondía y es seguro que Jesús
ya conocía su respuesta: ¡Sabes que te amo!
Simon
Pedro! Simon Pedro! No es casualidad el tenerte aquí de nuevo como espejo de mí
ser, como lo más semejante a mi humanidad. Un hombre impulsivo, optimista, orador,
elocuente, teatral, un hombre que quería saberlo todo, saber que era limitado y
tonto ante la sabiduría de Jesús, el mismo que salto al agua para caminar con
Jesús y Luego se hundió, el mismo que por su orgullo no quería que Jesús lavase
sus pies, el que piensa mas con la cabeza que con el corazón, el que esta
cargado de coraje pero al mismo tiempo de un profundo miedo, el que negó a Jesús
tres veces; aquel es pedro, aquel soy yo.
¿Que
coincidencia es esta? y más cuando le preguntas a Dios ¿Quién de tus hijos se
sintió igual que yo? Quien podría tener tanto miedo y sentirse tan cobarde. Son
muchas las veces en que en medio de las preguntas sin respuestaslo único que me ha quedado es un ¡te amo! No puedo responder nada mas, no tengo nada mas
que decir ante un: ¿hija me quieres?- Si te quiero, ¿hijas me amas?- si te amo.
Sabiendo que Dios quien conoce todo, también conoce la miseria la franqueza y
la sencillez de tal amor, solo puedo amarle con mi miseria. En medio de tantas
equivocaciones y cobardías solo digo “Señor tu lo sabes todo, sabes que te amo”
a pesar de mi debilidad. El gallo canto tres veces y entonces pedro recordó lo
que le había dicho Jesús:
Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliéndose fuera,
lloró amargamente. Mat. 26:34
Que
dolor tan profundo, al sentirse amado y luego traicionar tal amor, esta es la sensación permanente de mi
humanidad de mis propios errores y pecados. De aquello que es indigno ante la
figura del amor que no reprocha ni condena nada con enojo o cólera sino por el
contrario con el amor mismo. Creo que esto fue lo que hizo que Pedro se
convirtiera, reconociendo su “Te
amo” imperfecto en el espejo misericordioso de Cristo.
Le
dijo Jesús: —Apacienta mis ovejas”.
No puedo enumerar las veces en que yo misma le he
reprochado a Dios que ¡Yo no soy la que El busca! ¡Que hay mejores que yo! ¡Que
soy muy pecadora! Y sin embargo responde: Donde Abundo el pecado, sobreabundo la
gracia. Más
cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia. —Romanos 5:20.
Hoy me encuentro
aquí, no se si con mas preguntas o la respuesta que mi alma ya auguraba con
insistencia o la voz de Dios que sale al encuentro para confirmar lo que ha
gritos salia entre mi pecho. —Apacienta mis ovejas”. ¿Quién
soy yo para hacerlo? ¿Cómo hacerlo? Y Dios responde: Yo se que me amas, eso es
suficiente.
Solo basta amarle, con un amor cargado de defectos, miedo heinseguridad, pero tambien con la sinceridad y
sencillez de un corazón que sabe es limitado. Estoy segura que Pedro pensaría lo
mismo al escuchar estas palabras llenas de tanta responsabilidad, pero Dios
también conocía a Pedro y sin embargo lo escogió como embajador de su reino
aquí en la tierra.
Después de algunos siglos la imagen de Pedro ha sido
precedida en muchos hombres que han aceptado el llamado y la voz de Dios en
medio de todas sus imperfecciones. Que han permitido que la luz de Dios sea
conocida por medio de sus vidas, que se entregan en un acto de amor por que se
sintieron amados y llamados a cumplir lo que en una vida no se alcanza y es
¡hablar de Dios! Hoy ese llamado transciende a mi vida- Apacienta mis
ovejas”. Que
puedo responder ¡Que te amo! Que me conoces y que quiero darte el “si” en medio
de todas mi flaquezas ¡aquí estoy! Por que tu: “Señor tu lo sabes todo, sabes que te amo”